¿Qué es un genograma y por qué deberías usarlo en una empresa familiar?

Cuando pensamos en una empresa familiar, solemos imaginar una estructura empresarial con apellidos compartidos. Pero detrás de los organigramas y los balances, hay una red mucho más compleja: emociones, lealtades, rivalidades, roles tácitos, heridas del pasado y expectativas no verbalizadas. Para entender todo eso, hay una herramienta clave que usamos los expertos en empresa familiar: el genograma.

Mucho más que un árbol genealógico
Un genograma es un mapa visual que representa no solo los vínculos familiares, sino también las dinámicas relacionales y emocionales entre los miembros. En él no solo aparece quién es hijo de quién, sino quién trabaja en la empresa, quién tiene poder (explícito o implícito), dónde hay conflictos, quién se siente excluido, quién protege a quién o quién tiene un papel simbólico aunque no esté en nómina.

El genograma permite ver lo que el organigrama oculta: que el director general es el padre, pero el verdadero poder está en la madre que no aparece en la web corporativa; que dos hermanos luchan por la sucesión con una guerra fría camuflada en decisiones técnicas; que una hija que no trabaja en la empresa quiere vender sus acciones porque nunca se sintió parte del proyecto.

Una herramienta de diagnóstico estratégico
Usar un genograma en consultoría familiar permite detectar focos de tensión antes de que estallen, aclarar roles, visualizar lealtades invisibles y preparar procesos de sucesión con menos fricciones. Es especialmente útil cuando la familia está bloqueada, cuando hay decisiones que no avanzan, o cuando la empresa va bien «pero algo no encaja».

La empresa familiar no se entiende solo con Excel y PowerPoint. Hace falta una mirada más humana y estratégica. El genograma no busca juzgar ni resolver todos los problemas, pero ayuda a hacerlos visibles. Y lo que se puede ver, se puede trabajar.