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Comparadores de tarifas de luz…y de muchas otras cosas
Los comparadores de tarifas en Internet son plataformas en línea que permiten a los usuarios comparar y encontrar las mejores ofertas y precios en una amplia gama de productos y servicios. Estos negocios se han vuelto cada vez más populares en los últimos años, ya que brindan a los consumidores la capacidad de tomar decisiones informadas al momento de comprar productos o contratar servicios, lo que a su vez les permite ahorrar tiempo y dinero. Plataformas como El Rastreador comparador multiproductos o Menos de Luz (https://menosdeluz.com), especializado únicamente en tarifas de luz, ofrecen a los usuarios lo que todos necesitan: la tarifa adecuada a nuestro estilo de vida y a nuestras necesidades.
Buscar la Monetización óptima
Estos sitios web suelen ganar dinero a través de varios modelos de monetización, como la publicidad, las comisiones por ventas o referencias, y las tarifas de los proveedores por aparecer en sus listados. Por ejemplo, cuando un usuario hace clic en un enlace de afiliado y compra un producto o servicio, el comparador puede recibir una comisión por esa venta.
Transparencia y objetividad. Un verdadero reto.
Para mantener la confianza de los usuarios, es importante que los comparadores de tarifas sean transparentes acerca de cómo generan ingresos y que ofrezcan resultados objetivos e imparciales. Deben evitar sesgos hacia proveedores específicos. Estamos de acuerdo que al final, los “anunciantes” que son los que se dejan comparar, quieren pelear por tener una cierta visibilidad, pero es importante que dicha visibilidad no afecte el juicio de consumidor y la calidad/neutralidad de la información que recibe el usuario.
El mercado de los clics y de las palabras clave
Visto el número de competidores, está claro que hay mercado para todos. O no. Llegaremos a un punto en el que no habrá sitio para más comparadores y sobrevivirán los que se están haciendo un nombre. Porque el número de personas que necesitan comparar es limitado. Si hay 90.000 personas que buscan mensualmente la palabra “comparador de tarifas de luz” por ejemplo, son una media de 3000. Y la mayoría no compara entre las distintas plataformas, sino dentro de la primera que encuentra, haciendo difícil que los últimos de la primera página de los resultados de Google sobrevivan.
Claro, existen las palabras que llamo variantes. En el caso de la palabra o expresión “comparadores de tarifas de luz”, las variantes serían:
“comparadores tarifas luz”
“comparar tarifas luz”
“comparar tarifas de luz”
“precio de la luz hoy”
“precio luz hoy”
«precio de la luz»
Sumando estas variantes, el mercado potencial de clics se ampliará de manera significativa. Sin embargo, tenemos que centrarnos en ofrecer a los usuario un valor añadido, para que vuelva y sobre todo que la monetización no sea solo a través de las compañías que se comparan (o cuyos servicios se comparan), sino convertir al usuario en un cliente. Porque al fin y al cabo, comparan porque tienen una necesidad que va mucho más allá de una simple recogida de información.
En época de inundación, es difícil encontrar agua potable: demasiadas variables
Para decidirse, el usuario racional necesitaría dos variables: limitaciones económicas y necesidad.
Limitaciones Económicas:
Me lo puedo permitir, es demasiado caro, es caro pero vale la pena, es caro pero no vale la pena perder tiempo en cambiar, son las expresiones que reflejan esas limitaciones. No todo es cuestión de precio, o de buscar el mejor precio, sino de encontrar el equilibrio entre el precio y lo que nos conviene en un momento de nuestra vida y de la de la unidad familiar o empresarial de la que hacemos parte.
En el caso de la necesidad, que de alguna manera se solapa con los límites económicos, hablamos de haber llegado a un cierto punto en el que no podemos asumir algunas variables que bloquean el disfrute del servicio. Se puede tratar, del precio, claro, pero a veces se trata de falta de transparencia en el servicio, falta de servicio o de respuestas.
En el caso de servicios como el de Hosting: ¿por qué, muchos clientes dejan a uno para pasar a uno más caro, pero con un servicio de atención al cliente real y no un chatbot que no nos atiende o un formulario al que responderán, en un máximo de 24 horas?
Lo que pasa es que nos inundan con variables que no controlamos y que solo sirven para que algunos expertos se luzcan, como el tope de gas. Variables que no simplifican la toma de decisión. Un aluvión de datos y expresiones que nos quieren convertir en expertos, capaces de tomar las mismas decisiones que las personas que las “pasan de ellos”.
Esta puja en cantidad de información convierte el mercado de comparadores de tarifas en una lucha para ser lo más visible posible, en detrimento del usuario, que tiene otras cosas que hacer que pasar horas y horas en ahorrarse, unos euros en algo, que de todas formas no es estable y fluctúa constantemente, dependiendo de variables geopolíticas.
Jean-Marc Alma-Charlery
Consultor de Empresas
AbsolutConsulting
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